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CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD | |||||||
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NUESTRAS ORACIONES Amada Iglesia: En estas semanas, hemos hablado de la autoridad que nuestro Señor Jesucristo nos ha dado sobre satanás. Quiero hablar un poco del poder y la importancia de nuestras oraciones en reinos espirituales. Vamos al libro del profeta Daniel. Daniel 10 del 1 al 3 1. En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión. 2. En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. 3. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino… En esta lectura, vemos que Daniel tenía aflicción por el conflicto que veía y se apartó en oración intensa ayunando por su pueblo, por Israel, por su patria y esto incluía a toda su familia y sus seres amados. Sigamos leyendo en el verso 4: 4. Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel. 5. Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz. 6. Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. Este era un ángel príncipe de alto rango. Ahora, quiero brincar al versículo 12: 12. Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. ¡Wow! A causa de las palabras de Daniel, el ángel vino a él. ¿Sabías que Dios manda a los ángeles para cuidarnos? Y que, ¿grandes cosas suceden en este mundo y en el mundo invisible a causa de nuestras oraciones? Sigamos adelante: 13. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
No está hablando de un príncipe humano, está hablando de un principado o potestad que controla el reino de Persia. Pero, las oraciones persistentes de Daniel, un ser humano como nosotros ha entrado en lucha contra los principados y gobernadores de las tinieblas, ¿verdad? Vamos a leer en la carta a los Efesios. Efesios 6 del 10 al 12: 10. Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Entonces, podemos ver que hay guerra, que tenemos lucha en lugares celestes. También, cuando usted y yo oramos, grandes cosas suceden. Por eso se nos exhorta a estar orando. Leamos en la Primera carta a Timoteo. Primera de Timoteo 2 del 1 al 4: 1. Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2. por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4. el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Las oraciones de Daniel, hicieron un gran cambio en la historia humana. Usted puede cambiar la historia de su familia, de los que usted ama, de sus hijas y de sus hijos, de su esposo o esposa, de su padre o madre, de sus hermanos, ¿verdad? También de su ciudad; seguro que sí. Vamos a orar: Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu Nombre. Porque Tú eres bueno y para siempre es Tu misericordia. Venimos ante Ti, rogándote por Tu misericordia por todas las personas que Tú quieres, por los gobernantes y principales de nuestro mundo y también por los nuestros, nuestras familias enteras, porque Tú quieres que todas las personas sean salvas y vengan al conocimiento de la verdad. Lo rogamos en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén. |
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Por: Hno. Victor Richards
CUATRO ANCLAS EN TIEMPOS DE TEMPESTAD |
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NUESTRAS ORACIONES Amada Iglesia: En estas semanas, hemos hablado de la autoridad que nuestro Señor Jesucristo nos ha dado sobre satanás. Quiero hablar un poco del poder y la importancia de nuestras oraciones en reinos espirituales. Vamos al libro del profeta Daniel. Daniel 10 del 1 al 3 1. En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión. 2. En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. 3. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino… En esta lectura, vemos que Daniel tenía aflicción por el conflicto que veía y se apartó en oración intensa ayunando por su pueblo, por Israel, por su patria y esto incluía a toda su familia y sus seres amados. Sigamos leyendo en el verso 4: 4. Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel. 5. Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz. 6. Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. Este era un ángel príncipe de alto rango. Ahora, quiero brincar al versículo 12: 12. Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. ¡Wow! A causa de las palabras de Daniel, el ángel vino a él. ¿Sabías que Dios manda a los ángeles para cuidarnos? Y que, ¿grandes cosas suceden en este mundo y en el mundo invisible a causa de nuestras oraciones? Sigamos adelante: 13. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
No está hablando de un príncipe humano, está hablando de un principado o potestad que controla el reino de Persia. Pero, las oraciones persistentes de Daniel, un ser humano como nosotros ha entrado en lucha contra los principados y gobernadores de las tinieblas, ¿verdad? Vamos a leer en la carta a los Efesios. Efesios 6 del 10 al 12: 10. Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Entonces, podemos ver que hay guerra, que tenemos lucha en lugares celestes. También, cuando usted y yo oramos, grandes cosas suceden. Por eso se nos exhorta a estar orando. Leamos en la Primera carta a Timoteo. Primera de Timoteo 2 del 1 al 4: 1. Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2. por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4. el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Las oraciones de Daniel, hicieron un gran cambio en la historia humana. Usted puede cambiar la historia de su familia, de los que usted ama, de sus hijas y de sus hijos, de su esposo o esposa, de su padre o madre, de sus hermanos, ¿verdad? También de su ciudad; seguro que sí. Vamos a orar: Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu Nombre. Porque Tú eres bueno y para siempre es Tu misericordia. Venimos ante Ti, rogándote por Tu misericordia por todas las personas que Tú quieres, por los gobernantes y principales de nuestro mundo y también por los nuestros, nuestras familias enteras, porque Tú quieres que todas las personas sean salvas y vengan al conocimiento de la verdad. Lo rogamos en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén. |
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NUESTRAS ORACIONES Amada Iglesia: En estas semanas, hemos hablado de la autoridad que nuestro Señor Jesucristo nos ha dado sobre satanás. Quiero hablar un poco del poder y la importancia de nuestras oraciones en reinos espirituales. Vamos al libro del profeta Daniel. Daniel 10 del 1 al 3 1. En el año tercero de Ciro rey de Persia fue revelada palabra a Daniel, llamado Beltsasar; y la palabra era verdadera, y el conflicto grande; pero él comprendió la palabra, y tuvo inteligencia en la visión. 2. En aquellos días yo Daniel estuve afligido por espacio de tres semanas. 3. No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino… En esta lectura, vemos que Daniel tenía aflicción por el conflicto que veía y se apartó en oración intensa ayunando por su pueblo, por Israel, por su patria y esto incluía a toda su familia y sus seres amados. Sigamos leyendo en el verso 4: 4. Y el día veinticuatro del mes primero estaba yo a la orilla del gran río Hidekel. 5. Y alcé mis ojos y miré, y he aquí un varón vestido de lino, y ceñidos sus lomos de oro de Ufaz. 6. Su cuerpo era como de berilo, y su rostro parecía un relámpago, y sus ojos como antorchas de fuego, y sus brazos y sus pies como de color de bronce bruñido, y el sonido de sus palabras como el estruendo de una multitud. Este era un ángel príncipe de alto rango. Ahora, quiero brincar al versículo 12: 12. Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. ¡Wow! A causa de las palabras de Daniel, el ángel vino a él. ¿Sabías que Dios manda a los ángeles para cuidarnos? Y que, ¿grandes cosas suceden en este mundo y en el mundo invisible a causa de nuestras oraciones? Sigamos adelante: 13. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia.
No está hablando de un príncipe humano, está hablando de un principado o potestad que controla el reino de Persia. Pero, las oraciones persistentes de Daniel, un ser humano como nosotros ha entrado en lucha contra los principados y gobernadores de las tinieblas, ¿verdad? Vamos a leer en la carta a los Efesios. Efesios 6 del 10 al 12: 10. Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Entonces, podemos ver que hay guerra, que tenemos lucha en lugares celestes. También, cuando usted y yo oramos, grandes cosas suceden. Por eso se nos exhorta a estar orando. Leamos en la Primera carta a Timoteo. Primera de Timoteo 2 del 1 al 4: 1. Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; 2. por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. 3. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4. el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Las oraciones de Daniel, hicieron un gran cambio en la historia humana. Usted puede cambiar la historia de su familia, de los que usted ama, de sus hijas y de sus hijos, de su esposo o esposa, de su padre o madre, de sus hermanos, ¿verdad? También de su ciudad; seguro que sí. Vamos a orar: Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu Nombre. Porque Tú eres bueno y para siempre es Tu misericordia. Venimos ante Ti, rogándote por Tu misericordia por todas las personas que Tú quieres, por los gobernantes y principales de nuestro mundo y también por los nuestros, nuestras familias enteras, porque Tú quieres que todas las personas sean salvas y vengan al conocimiento de la verdad. Lo rogamos en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén. |
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