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En Busca de la Fe Vanguardista #12 | |||||||
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LA FE DE BARTIMEOLa semana pasada vimos que somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó.Vamos a leer en el libro de Lucas. Lucas 10:19: He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Jesús nos ha dado autoridad sobre toda fuerza de satanás. ¿Lo crees? Tal vez tú digas: “Señor, estoy cansado de pelear y esperar…”. Voy a leer en el libro del profeta Isaías. Isaías 40:28-31: 28. ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31. pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Podemos orar y pedirle que nos dé nuevas fuerzas como las águilas. Esa es la forma de orar: con Su Palabra. ¡Dale a Dios gracias por Su Palabra! Tienes Su Palabra y así, puedes saber la voluntad de Dios y no vas a dejar que el diablo robe lo que Dios te ha dado, ¿verdad? Vamos al libro de Hebreos 11:1: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Crezcamos en la fe, mis amados. Hay un México que llenar con Jesucristo. Hay muchas familias que necesitan a Jesús en su corazón. Dios nos mostrará cómo hacerlo. ¿Están conmigo? Ahora, vamos a leer en el libro de Marcos en la versión Dios Habla hoy. Marcos 10:46-52: 46. Llegaron a Jericó. Y cuando Jesús ya salía de la ciudad, seguido de sus discípulos y de mucha gente, un mendigo ciego llamado Bartimeo, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino. 47. Al oír que era Jesús de Nazaret, el ciego comenzó a gritar: — ¡Jesús, Hijo de David, ¡ten compasión de mí! 48. Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más todavía: — ¡Hijo de David, ten compasión de mí! 49. Entonces Jesús se detuvo, y dijo: —Llámenlo. Llamaron al ciego, diciéndole: —Ánimo, levántate; te está llamando. 50. El ciego arrojó su capa, y dando un salto se acercó a Jesús, 51. que le preguntó: — ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego le contestó: —Maestro, quiero recobrar la vista. 52. Jesús le dijo: —Puedes irte; por tu fe has sido sanado. En aquel mismo instante el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús por el camino. Jesús sanó a Bartimeo, ahora podía ver. Bartimeo supo lo que quería, él dijo; “quiero ver”. Jesús dijo; “tu fe te ha salvado y Bartimeo fue sanado desde aquella hora”. Bartimeo fue un hombre ciego, pero, con una certeza y una convicción de lo que esperaba. ¿Qué esperaba? ¡Recobrar la vista! Y su necesidad fue cumplida. Te hago una pregunta: ¿Eres tú un Bartimeo? Entonces: ¡Clama a Jesús! Pueda que haya personas o demonios que te quieren callar, pero, tú: ¡Persiste! ¡Persiste! Dile: ¡Jesús ten misericordia de mí! No pienses: “bueno, tal vez Jesús no quiere escucharme a mí, tal vez Él no sana personas como yo; tal vez debo aceptar mi enfermedad. Tal vez es la voluntad de Dios para mí…”. No te des por vencido: ¡Clama a mí y YO te responderé! ¡Jesús ten misericordia de mí! ¡Jesús te va a escuchar! Y te va a preguntar: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Él sabe cuál es tu necesidad, pero, quiere que abras tu boca y le digas lo que quieres que Él haga por ti. ¿Quieres ver a tus seres amados venir a Jesús? ¡Clama a Jesús por ellos todos los días, ora por ellos con la Palabra de Dios! Persiste en oración al Señor. Ora por la mañana, por la tarde y por la noche, a Él le agrada. Clama por tus hijos, por tus nietos, por tu familia: ¡SÁLVALOS SEÑOR! VAMOS A ORAR: Señor Jesucristo: Te damos gracias porque Tú estás atento a nuestras oraciones porque nos amas. Te pedimos que Tú aumentes nuestra fe como la de Bartimeo, pues, él no se detuvo de clamar a Ti hasta que Tú le diste conforme a su petición y le diste también salvación. Te rogamos que Tú, salves a nuestra familia. Que salves a nuestras hijas y a nuestros hijos. Que ellos te conozcan y que te amen con el corazón. Te lo pedimos por Tu Santo Nombre: JESUCRISTO. AMÉN. |
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Por: Hno. Victor Richards
En Busca de la Fe Vanguardista #12 |
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LA FE DE BARTIMEOLa semana pasada vimos que somos más que vencedores por medio de Aquel que nos amó.Vamos a leer en el libro de Lucas. Lucas 10:19: He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Jesús nos ha dado autoridad sobre toda fuerza de satanás. ¿Lo crees? Tal vez tú digas: “Señor, estoy cansado de pelear y esperar…”. Voy a leer en el libro del profeta Isaías. Isaías 40:28-31: 28. ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29. El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31. pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán. Podemos orar y pedirle que nos dé nuevas fuerzas como las águilas. Esa es la forma de orar: con Su Palabra. ¡Dale a Dios gracias por Su Palabra! Tienes Su Palabra y así, puedes saber la voluntad de Dios y no vas a dejar que el diablo robe lo que Dios te ha dado, ¿verdad? Vamos al libro de Hebreos 11:1: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Crezcamos en la fe, mis amados. Hay un México que llenar con Jesucristo. Hay muchas familias que necesitan a Jesús en su corazón. Dios nos mostrará cómo hacerlo. ¿Están conmigo? Ahora, vamos a leer en el libro de Marcos en la versión Dios Habla hoy. Marcos 10:46-52: 46. Llegaron a Jericó. Y cuando Jesús ya salía de la ciudad, seguido de sus discípulos y de mucha gente, un mendigo ciego llamado Bartimeo, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino. 47. Al oír que era Jesús de Nazaret, el ciego comenzó a gritar: — ¡Jesús, Hijo de David, ¡ten compasión de mí! 48. Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más todavía: — ¡Hijo de David, ten compasión de mí! 49. Entonces Jesús se detuvo, y dijo: —Llámenlo. Llamaron al ciego, diciéndole: —Ánimo, levántate; te está llamando. 50. El ciego arrojó su capa, y dando un salto se acercó a Jesús, 51. que le preguntó: — ¿Qué quieres que haga por ti? El ciego le contestó: —Maestro, quiero recobrar la vista. 52. Jesús le dijo: —Puedes irte; por tu fe has sido sanado. En aquel mismo instante el ciego recobró la vista, y siguió a Jesús por el camino. Jesús sanó a Bartimeo, ahora podía ver. Bartimeo supo lo que quería, él dijo; “quiero ver”. Jesús dijo; “tu fe te ha salvado y Bartimeo fue sanado desde aquella hora”. Bartimeo fue un hombre ciego, pero, con una certeza y una convicción de lo que esperaba. ¿Qué esperaba? ¡Recobrar la vista! Y su necesidad fue cumplida. Te hago una pregunta: ¿Eres tú un Bartimeo? Entonces: ¡Clama a Jesús! Pueda que haya personas o demonios que te quieren callar, pero, tú: ¡Persiste! ¡Persiste! Dile: ¡Jesús ten misericordia de mí! No pienses: “bueno, tal vez Jesús no quiere escucharme a mí, tal vez Él no sana personas como yo; tal vez debo aceptar mi enfermedad. Tal vez es la voluntad de Dios para mí…”. No te des por vencido: ¡Clama a mí y YO te responderé! ¡Jesús ten misericordia de mí! ¡Jesús te va a escuchar! Y te va a preguntar: “¿Qué quieres que haga por ti?”. Él sabe cuál es tu necesidad, pero, quiere que abras tu boca y le digas lo que quieres que Él haga por ti. ¿Quieres ver a tus seres amados venir a Jesús? ¡Clama a Jesús por ellos todos los días, ora por ellos con la Palabra de Dios! Persiste en oración al Señor. Ora por la mañana, por la tarde y por la noche, a Él le agrada. Clama por tus hijos, por tus nietos, por tu familia: ¡SÁLVALOS SEÑOR! VAMOS A ORAR: Señor Jesucristo: Te damos gracias porque Tú estás atento a nuestras oraciones porque nos amas. Te pedimos que Tú aumentes nuestra fe como la de Bartimeo, pues, él no se detuvo de clamar a Ti hasta que Tú le diste conforme a su petición y le diste también salvación. Te rogamos que Tú, salves a nuestra familia. Que salves a nuestras hijas y a nuestros hijos. Que ellos te conozcan y que te amen con el corazón. Te lo pedimos por Tu Santo Nombre: JESUCRISTO. AMÉN. |
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