El gozo del Señor: Nuestra fortaleza #5 | |||||||
El gozo del Señor: Nuestra fortalezaEn estas semanas, hemos visto cuantos beneficios hay en tener el gozo del Señor en nuestras vidas.¡Vamos adelante con nuestro estudio! Vamos a leer en el libro de Nehemías. Nehemías 8 verso 10: Luego les dijo: “Ir, comer grosuras, y beber vino dulce, y enviar porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no estén tristes, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza”. El pueblo de Israel se había apartado de Dios y no había escuchado la Palabra de Dios en años. Un día, encuentran unas Escrituras y el rey con todo el pueblo, empiezan a leer y ven cómo ellos han estado viviendo lejos de Dios y se arrepintieron. Entonces; comenzaron a llorar, pero, Nehemías les dijo: “No lloren este no es tiempo de tristeza, no lloren este es día de alegría, porque el gozo del Señor es vuestra fortaleza, ¡Aleluya! Desde hace más de cien años, el Espíritu Santo nos ha visitado en gran manera. Como les mencioné anteriormente, en Enero de 1901, el Espíritu Santo estaba siendo derramado en muchas partes del mundo. Desde entonces, ha habido un avivamiento tras otro. Entonces, cuando venga un avivamiento, debemos retener sus bendiciones y añadir a ellas lo que Dios nos está regalando ahora. Recuerda lo que dijo el profeta Isaías. Isaías 43 verso 18 y 19: 18. No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. 19. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. El profeta está diciendo; no debemos quedarnos estancados en el pasado, para conocer y tomar lo nuevo que Dios está haciendo y que lo abracemos. Este texto tiene mucho que ver con mi vida, con el pastorado que Dios me ha dado. Fue el año de 1994 cuando me encontraba seco en mi vida. Es verdad que Vino Nuevo estaba grande, la gente venía de muchas partes a visitarnos, desde afuera, todo parecía bueno, pero, yo estaba seco. Entonces, Dios empezó a darme promesas como la que acabo de leer: He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis?... ¿Qué quiero decir con todo esto? Que cuando nos visite el Espíritu Santo, tú lo conozcas y lo reconozcas. Muchas personas han perdido un avivamiento poderoso y grande en sus vidas porque menospreciaron lo que Dios les estaba dando. Yo no quiero perder nada que haga el Altísimo. Eso es lo que yo quiero. ¿Tú lo quieres también? Ahora, vamos a Isaías 41:17 y 18: 17. Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. 18. En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. Esta palabra la llevaba conmigo y diario la leía, rogaba a Dios y esperaba por ella. Vamos a leer en Isaías 44:3 Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos Pon atención a esta promesa: Sobre tus renuevos, que quiere decir: Sobre tus hijos. Echa mano de esta promesa, si tus hijos no caminan cerca de Dios, entonces, echa mano de este texto y hazlo tuyo. Luego llegamos a Isaías 46:9 y 10 9. Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, 10. que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero. Podemos confiar en Sus promesas; Dios va a cumplir lo que ha prometido. ¡Gloria a Dios! VAMOS A ORAR: Señor; te damos gracias por Tú amor, porque Tú eres fiel a Tu Palabra, porque Tú cumplirás Tu Palabra en nuestras vidas, porque Tú derramarás Tu Espíritu Santo como agua sobre nuestra tierra seca, porque abrirás caminos en el desierto y ríos en la soledad. Te rogamos que Tú derrames Tu Espíritu Santo sobre esta generación, sobre nuestros hijos y nuestras hijas y que Tú los bendigas con Tu Salvación. Gracias Dios porque Tu nos respondes diciendo: Yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. AMÉN |
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El gozo del Señor: Nuestra fortaleza #5 |
El gozo del Señor: Nuestra fortalezaEn estas semanas, hemos visto cuantos beneficios hay en tener el gozo del Señor en nuestras vidas.¡Vamos adelante con nuestro estudio! Vamos a leer en el libro de Nehemías. Nehemías 8 verso 10: Luego les dijo: “Ir, comer grosuras, y beber vino dulce, y enviar porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no estén tristes, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza”. El pueblo de Israel se había apartado de Dios y no había escuchado la Palabra de Dios en años. Un día, encuentran unas Escrituras y el rey con todo el pueblo, empiezan a leer y ven cómo ellos han estado viviendo lejos de Dios y se arrepintieron. Entonces; comenzaron a llorar, pero, Nehemías les dijo: “No lloren este no es tiempo de tristeza, no lloren este es día de alegría, porque el gozo del Señor es vuestra fortaleza, ¡Aleluya! Desde hace más de cien años, el Espíritu Santo nos ha visitado en gran manera. Como les mencioné anteriormente, en Enero de 1901, el Espíritu Santo estaba siendo derramado en muchas partes del mundo. Desde entonces, ha habido un avivamiento tras otro. Entonces, cuando venga un avivamiento, debemos retener sus bendiciones y añadir a ellas lo que Dios nos está regalando ahora. Recuerda lo que dijo el profeta Isaías. Isaías 43 verso 18 y 19: 18. No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. 19. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. El profeta está diciendo; no debemos quedarnos estancados en el pasado, para conocer y tomar lo nuevo que Dios está haciendo y que lo abracemos. Este texto tiene mucho que ver con mi vida, con el pastorado que Dios me ha dado. Fue el año de 1994 cuando me encontraba seco en mi vida. Es verdad que Vino Nuevo estaba grande, la gente venía de muchas partes a visitarnos, desde afuera, todo parecía bueno, pero, yo estaba seco. Entonces, Dios empezó a darme promesas como la que acabo de leer: He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis?... ¿Qué quiero decir con todo esto? Que cuando nos visite el Espíritu Santo, tú lo conozcas y lo reconozcas. Muchas personas han perdido un avivamiento poderoso y grande en sus vidas porque menospreciaron lo que Dios les estaba dando. Yo no quiero perder nada que haga el Altísimo. Eso es lo que yo quiero. ¿Tú lo quieres también? Ahora, vamos a Isaías 41:17 y 18: 17. Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. 18. En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. Esta palabra la llevaba conmigo y diario la leía, rogaba a Dios y esperaba por ella. Vamos a leer en Isaías 44:3 Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos Pon atención a esta promesa: Sobre tus renuevos, que quiere decir: Sobre tus hijos. Echa mano de esta promesa, si tus hijos no caminan cerca de Dios, entonces, echa mano de este texto y hazlo tuyo. Luego llegamos a Isaías 46:9 y 10 9. Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, 10. que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero. Podemos confiar en Sus promesas; Dios va a cumplir lo que ha prometido. ¡Gloria a Dios! VAMOS A ORAR: Señor; te damos gracias por Tú amor, porque Tú eres fiel a Tu Palabra, porque Tú cumplirás Tu Palabra en nuestras vidas, porque Tú derramarás Tu Espíritu Santo como agua sobre nuestra tierra seca, porque abrirás caminos en el desierto y ríos en la soledad. Te rogamos que Tú derrames Tu Espíritu Santo sobre esta generación, sobre nuestros hijos y nuestras hijas y que Tú los bendigas con Tu Salvación. Gracias Dios porque Tu nos respondes diciendo: Yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. AMÉN |
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El gozo del Señor: Nuestra fortaleza #5 |
El gozo del Señor: Nuestra fortalezaEn estas semanas, hemos visto cuantos beneficios hay en tener el gozo del Señor en nuestras vidas.¡Vamos adelante con nuestro estudio! Vamos a leer en el libro de Nehemías. Nehemías 8 verso 10: Luego les dijo: “Ir, comer grosuras, y beber vino dulce, y enviar porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no estén tristes, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza”. El pueblo de Israel se había apartado de Dios y no había escuchado la Palabra de Dios en años. Un día, encuentran unas Escrituras y el rey con todo el pueblo, empiezan a leer y ven cómo ellos han estado viviendo lejos de Dios y se arrepintieron. Entonces; comenzaron a llorar, pero, Nehemías les dijo: “No lloren este no es tiempo de tristeza, no lloren este es día de alegría, porque el gozo del Señor es vuestra fortaleza, ¡Aleluya! Desde hace más de cien años, el Espíritu Santo nos ha visitado en gran manera. Como les mencioné anteriormente, en Enero de 1901, el Espíritu Santo estaba siendo derramado en muchas partes del mundo. Desde entonces, ha habido un avivamiento tras otro. Entonces, cuando venga un avivamiento, debemos retener sus bendiciones y añadir a ellas lo que Dios nos está regalando ahora. Recuerda lo que dijo el profeta Isaías. Isaías 43 verso 18 y 19: 18. No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. 19. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. El profeta está diciendo; no debemos quedarnos estancados en el pasado, para conocer y tomar lo nuevo que Dios está haciendo y que lo abracemos. Este texto tiene mucho que ver con mi vida, con el pastorado que Dios me ha dado. Fue el año de 1994 cuando me encontraba seco en mi vida. Es verdad que Vino Nuevo estaba grande, la gente venía de muchas partes a visitarnos, desde afuera, todo parecía bueno, pero, yo estaba seco. Entonces, Dios empezó a darme promesas como la que acabo de leer: He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis?... ¿Qué quiero decir con todo esto? Que cuando nos visite el Espíritu Santo, tú lo conozcas y lo reconozcas. Muchas personas han perdido un avivamiento poderoso y grande en sus vidas porque menospreciaron lo que Dios les estaba dando. Yo no quiero perder nada que haga el Altísimo. Eso es lo que yo quiero. ¿Tú lo quieres también? Ahora, vamos a Isaías 41:17 y 18: 17. Los afligidos y menesterosos buscan las aguas, y no las hay; seca está de sed su lengua; yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. 18. En las alturas abriré ríos, y fuentes en medio de los valles; abriré en el desierto estanques de aguas, y manantiales de aguas en la tierra seca. Esta palabra la llevaba conmigo y diario la leía, rogaba a Dios y esperaba por ella. Vamos a leer en Isaías 44:3 Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos Pon atención a esta promesa: Sobre tus renuevos, que quiere decir: Sobre tus hijos. Echa mano de esta promesa, si tus hijos no caminan cerca de Dios, entonces, echa mano de este texto y hazlo tuyo. Luego llegamos a Isaías 46:9 y 10 9. Acordaos de las cosas pasadas desde los tiempos antiguos; porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a mí, 10. que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero. Podemos confiar en Sus promesas; Dios va a cumplir lo que ha prometido. ¡Gloria a Dios! VAMOS A ORAR: Señor; te damos gracias por Tú amor, porque Tú eres fiel a Tu Palabra, porque Tú cumplirás Tu Palabra en nuestras vidas, porque Tú derramarás Tu Espíritu Santo como agua sobre nuestra tierra seca, porque abrirás caminos en el desierto y ríos en la soledad. Te rogamos que Tú derrames Tu Espíritu Santo sobre esta generación, sobre nuestros hijos y nuestras hijas y que Tú los bendigas con Tu Salvación. Gracias Dios porque Tu nos respondes diciendo: Yo Jehová los oiré, yo el Dios de Israel no los desampararé. AMÉN |
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