Los Asesinos del Avivamiento | |||||||
Todo indica que estamos al umbral del más grande mover de Dios en la historia, y la más grande cosecha. Será un tiempo de grandes señales y maravillas, con más personas que nunca antes recibiendo una poderosa unción. Pero por supuesto que Satanás también andará más activo que nunca, intentando desprestigiar, derrumbar y destruir lo que Dios ha levantado. Es por eso que urge que aprendamos las lecciones del pasado, para no caer en los mismos errores. La primera mitad de este siglo XX, presenció el avivamiento con los ministerios milagrosos de algunos de los hombres más ungidos que habían existido desde el tiempo de los apóstoles. Pero muchos de ellos cayeron pecando, perdiendo su poder, y en muchos casos, teniendo muertes prematuras. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Y qué podemos aprender para no caer en los mismos errores? Grandes hombres, grandes caídas.Uno de los hombres que tuvo uno de los más poderosos ministerios de señales y milagros desde los tiempos de los apóstoles fue Alexander Dowie (1847-1907). Pero en sus últimos años, cayó, engañado por Satanás. Posteriormente, Dios le dirigió a Chicago donde se desató un ministerio sobrenatural que le dio fama mundial. Durante su período de mayor éxito, cuando el poder de Dios constantemente se demostraba y cientos eran sanados de toda aflicción; tal parecía que el diablo quería acabar con él. En un año lo arrestaron cien veces por "practicar medicina sin licencia"; era incesantemente atacado por los medios como un charlatán que se estaba enriqueciendo con la inocencia de la gente, y aun hubo atentados contra su vida. Pero a pesar de todo, llegó a ser el campeón de Dios más efectivo para ese tiempo en cuanto a la sanidad divina. No hay duda alguna de que Dowie fue en un tiempo un sincero y poderoso instrumento de Dios, pero terminó desviándose terriblemente. Y ahora sólo es uno de los ejemplos más destacados de hombres poderosamente usados por Dios que cayeron. ¿Cuáles son los errores, las tentaciones, y las causas de las caídas? Esta, finalmente, fue la trampa en la que cayó Dowie. Una de las más grades trampas para detener el avivamiento ha sido el éxito. Las personas oran, ayunan, buscan y esperan en Dios. Pero una vez que se logra la victoria, se vuelven autosuficientes. Se convierten más en "hacedores" para Dios, que en "receptores". Las caídas en esta área han sido mucho másfrecuentes en las décadas recientes. Un gran hombre de Dios comenta: "Es tan fácil caer en una relación ilícita. Casi todo ministro o evangelista que ha caído en el adulterio ha dicho que nunca fue su intención. Pero los hombres con gran unción siempre son sumamente atractivos para muchas mujeres, quienes se proponen seducirlos. Por otro lado, muchos de los que han caído dicen que la relación nunca empezó por atracción física, si no por atracción espiritual". Hubo demasiado acercamiento en cuanto al ministerio u otros asuntos espirituales, que al final, cayeron en otro lado. Este es el asesino número uno del avivamiento.Uno de los más grandes contribuyentes a la caída de todos estos instrumentos de Dios fue la falta de descanso. Alexander Dowie a veces predicaba hasta nueve veces al día y solía dormir solo cuatro horas en la noche. Al final, tenía tantas ocupaciones, que nunca descansaba. Un amigo de él, Judge Burns, dijo de Dowie: "Salvó a otros, pero no se pudo salvar a sí mismo".
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Todo indica que estamos al umbral del más grande mover de Dios en la historia, y la más grande cosecha. Será un tiempo de grandes señales y maravillas, con más personas que nunca antes recibiendo una poderosa unción. Pero por supuesto que Satanás también andará más activo que nunca, intentando desprestigiar, derrumbar y destruir lo que Dios ha levantado. Es por eso que urge que aprendamos las lecciones del pasado, para no caer en los mismos errores. La primera mitad de este siglo XX, presenció el avivamiento con los ministerios milagrosos de algunos de los hombres más ungidos que habían existido desde el tiempo de los apóstoles. Pero muchos de ellos cayeron pecando, perdiendo su poder, y en muchos casos, teniendo muertes prematuras. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Y qué podemos aprender para no caer en los mismos errores? Grandes hombres, grandes caídas.Uno de los hombres que tuvo uno de los más poderosos ministerios de señales y milagros desde los tiempos de los apóstoles fue Alexander Dowie (1847-1907). Pero en sus últimos años, cayó, engañado por Satanás. Posteriormente, Dios le dirigió a Chicago donde se desató un ministerio sobrenatural que le dio fama mundial. Durante su período de mayor éxito, cuando el poder de Dios constantemente se demostraba y cientos eran sanados de toda aflicción; tal parecía que el diablo quería acabar con él. En un año lo arrestaron cien veces por "practicar medicina sin licencia"; era incesantemente atacado por los medios como un charlatán que se estaba enriqueciendo con la inocencia de la gente, y aun hubo atentados contra su vida. Pero a pesar de todo, llegó a ser el campeón de Dios más efectivo para ese tiempo en cuanto a la sanidad divina. No hay duda alguna de que Dowie fue en un tiempo un sincero y poderoso instrumento de Dios, pero terminó desviándose terriblemente. Y ahora sólo es uno de los ejemplos más destacados de hombres poderosamente usados por Dios que cayeron. ¿Cuáles son los errores, las tentaciones, y las causas de las caídas? Esta, finalmente, fue la trampa en la que cayó Dowie. Una de las más grades trampas para detener el avivamiento ha sido el éxito. Las personas oran, ayunan, buscan y esperan en Dios. Pero una vez que se logra la victoria, se vuelven autosuficientes. Se convierten más en "hacedores" para Dios, que en "receptores". Las caídas en esta área han sido mucho másfrecuentes en las décadas recientes. Un gran hombre de Dios comenta: "Es tan fácil caer en una relación ilícita. Casi todo ministro o evangelista que ha caído en el adulterio ha dicho que nunca fue su intención. Pero los hombres con gran unción siempre son sumamente atractivos para muchas mujeres, quienes se proponen seducirlos. Por otro lado, muchos de los que han caído dicen que la relación nunca empezó por atracción física, si no por atracción espiritual". Hubo demasiado acercamiento en cuanto al ministerio u otros asuntos espirituales, que al final, cayeron en otro lado. Este es el asesino número uno del avivamiento.Uno de los más grandes contribuyentes a la caída de todos estos instrumentos de Dios fue la falta de descanso. Alexander Dowie a veces predicaba hasta nueve veces al día y solía dormir solo cuatro horas en la noche. Al final, tenía tantas ocupaciones, que nunca descansaba. Un amigo de él, Judge Burns, dijo de Dowie: "Salvó a otros, pero no se pudo salvar a sí mismo".
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Todo indica que estamos al umbral del más grande mover de Dios en la historia, y la más grande cosecha. Será un tiempo de grandes señales y maravillas, con más personas que nunca antes recibiendo una poderosa unción. Pero por supuesto que Satanás también andará más activo que nunca, intentando desprestigiar, derrumbar y destruir lo que Dios ha levantado. Es por eso que urge que aprendamos las lecciones del pasado, para no caer en los mismos errores. La primera mitad de este siglo XX, presenció el avivamiento con los ministerios milagrosos de algunos de los hombres más ungidos que habían existido desde el tiempo de los apóstoles. Pero muchos de ellos cayeron pecando, perdiendo su poder, y en muchos casos, teniendo muertes prematuras. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Y qué podemos aprender para no caer en los mismos errores? Grandes hombres, grandes caídas.Uno de los hombres que tuvo uno de los más poderosos ministerios de señales y milagros desde los tiempos de los apóstoles fue Alexander Dowie (1847-1907). Pero en sus últimos años, cayó, engañado por Satanás. Posteriormente, Dios le dirigió a Chicago donde se desató un ministerio sobrenatural que le dio fama mundial. Durante su período de mayor éxito, cuando el poder de Dios constantemente se demostraba y cientos eran sanados de toda aflicción; tal parecía que el diablo quería acabar con él. En un año lo arrestaron cien veces por "practicar medicina sin licencia"; era incesantemente atacado por los medios como un charlatán que se estaba enriqueciendo con la inocencia de la gente, y aun hubo atentados contra su vida. Pero a pesar de todo, llegó a ser el campeón de Dios más efectivo para ese tiempo en cuanto a la sanidad divina. No hay duda alguna de que Dowie fue en un tiempo un sincero y poderoso instrumento de Dios, pero terminó desviándose terriblemente. Y ahora sólo es uno de los ejemplos más destacados de hombres poderosamente usados por Dios que cayeron. ¿Cuáles son los errores, las tentaciones, y las causas de las caídas? Esta, finalmente, fue la trampa en la que cayó Dowie. Una de las más grades trampas para detener el avivamiento ha sido el éxito. Las personas oran, ayunan, buscan y esperan en Dios. Pero una vez que se logra la victoria, se vuelven autosuficientes. Se convierten más en "hacedores" para Dios, que en "receptores". Las caídas en esta área han sido mucho másfrecuentes en las décadas recientes. Un gran hombre de Dios comenta: "Es tan fácil caer en una relación ilícita. Casi todo ministro o evangelista que ha caído en el adulterio ha dicho que nunca fue su intención. Pero los hombres con gran unción siempre son sumamente atractivos para muchas mujeres, quienes se proponen seducirlos. Por otro lado, muchos de los que han caído dicen que la relación nunca empezó por atracción física, si no por atracción espiritual". Hubo demasiado acercamiento en cuanto al ministerio u otros asuntos espirituales, que al final, cayeron en otro lado. Este es el asesino número uno del avivamiento.Uno de los más grandes contribuyentes a la caída de todos estos instrumentos de Dios fue la falta de descanso. Alexander Dowie a veces predicaba hasta nueve veces al día y solía dormir solo cuatro horas en la noche. Al final, tenía tantas ocupaciones, que nunca descansaba. Un amigo de él, Judge Burns, dijo de Dowie: "Salvó a otros, pero no se pudo salvar a sí mismo".
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