Por: Hno. Victor Richards
Publicado el: Martes 4 de Octubre, 2022
ANCLA 2 - PARTE 9
Amada Iglesia:
La semana pasada hablamos de confiar en la Palabra de Dios y para ello, necesitamos conocerla y llenar nuestra mente y corazón para que produzca Fe.
La Fe que necesitamos para creer que Dios hará conforme a Su Palabra.
Vamos al libro de Marcos.
Marcos 11 del 12 al 17:
12. Al día siguiente, cuando salieron de Betania, tuvo hambre.
13. Y viendo de lejos una higuera que tenía hojas, fue a ver si tal vez hallaba en ella algo; pero cuando llegó a ella, nada halló sino hojas, pues no era tiempo de higos.
14. Entonces Jesús dijo a la higuera: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y lo oyeron sus discípulos.
15. Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas;
16. y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno.
17. Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Más vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.
¡Que contraste! ¿Verdad?
“Casa de oración” contra “cueva de ladrones”.
“Higueras sin fruto”, por eso el Señor se puso molesto.
La lección de la higuera era para Sus discípulos.
El templo estaba con el propósito de ser “Casa de oración para todas las naciones”.
Pero, las personas religiosas la habían convertido en un lugar de tráfico, de negocio con “tranzas”; teniendo en poco la Presencia de Dios.
La gente iba para tranzar en vez de buscar a Dios en oración.
Ellos dejaron de orar; no tenían fruto.
La Escritura dice en la carta de Judas en la versión Dios habla Hoy.
Judas 1 verso 12:
Son una vergüenza en las fiestas de amor fraternal que ustedes celebran, en las que ellos comen y beben alegremente, sin mostrar ningún respeto. Son pastores que cuidan solamente de sí mismos. Son nubes sin agua, llevadas por el viento. Son árboles que no dan fruto a su tiempo, dos veces muertos y arrancados de raíz.
Ahora, volvamos a la historia de la higuera.
Marcos 11 verso 20:
Y pasando por la mañana, vieron que la higuera se había secado desde las raíces.
Pero, en contraste, en esta iglesia, hay un grupo de personas que están orando a Dios en todo tiempo. Estas personas se paran delante de Dios en la brecha a favor de todos los demás.
Yo como su hermano, como su pastor; me preocupa mucho la condición de la iglesia y busco a Dios y le ruego que no caigamos en esta forma de vida.
Que no seamos como la higuera sin fruto, sin oración, que no nos conformemos con un lugar bonito con buena asistencia, buen grupo de alabanza y nada más; simplemente un grupo religioso cristiano tradicional, sí, tal vez con una tradición distinta que las otras tradiciones, pero, al final, tradicional. ¡No Dios mío! Por favor, ¡no!
Amados, que no seamos higueras con solo hojas verdes, pero, sin fruto.
Vieron los resultados de las Palabras poderosas de Jesús sobre la higuera; “nadie coma fruto de ti jamás”.
Aprendamos la Palabra de Dios, aprendamos lo que Él quiere de cada uno de nosotros, aprendemos a hablar la Palabra de Dios.
Si está en nuestra mente, en nuestro corazón y boca, si estamos llenos de Su Palabra; entonces, de la abundancia de nuestro corazón hablara nuestra boca.
Seremos personas que hablen victoria y bendición, que declaren derrota del enemigo y que declaren vida y avivamiento para nuestro mundo.
Iglesia amada;
Vamos a orar:
Padre que estas en los cielos.
Te damos gracias porque Tú eres bueno y porque para siempre es Tu misericordia.
Tú levantaste un templo para Ti, para que Tú habitaras en él y para que todas las naciones pudieran venir y buscarte en oración pidiendo ayuda en todas nuestras necesidades.
Ahora, podemos acercarnos con confianza al trono de Tu gracia por medio de la sangre preciosa de Tu Hijo Jesucristo y pedirte auxilio en nuestras peticiones y Tú Señor nos escucharas y obraras en favor nuestro.
Te bendecimos Padre en el Nombre de Jesucristo.
AMÉN.
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