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DE PROFESION MAMA, EL UNICO EMPLEO IRREMPLAZABLE | |||||||
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Todo lo que mi madre me enseñó Mi hija Sheri me envió el siguiente escrito chusco que disfruté mucho. Creo que tú también lo disfrutarás: Aprendí de mi madre acerca de la oración, puesto que muchas veces me dijo: “Más vale que ruegues a Dios que se quite esta mancha que dejaste en la alfombra”. Mi madre me enseñó acerca de la perseverancia cuando me dijo: “No vas a levantarte de tu lugar hasta que te acabes las espinacas”. Mi madre me enseñó a ser una contorsionista cuando me dijo: “Mira la mugre aquí atrás de tu cuello”. Mi madre me enseñó a tener sentido del humor cuando me dijo: “Deja de jugar con ese serrucho eléctrico, porque si te cortas los pies, ni se te ocurra venir corriendo conmigo”. Mi madre me enseñó acerca de la genética cuando me dijo: “¡Grrrr, eres igualita a tu padre!”. Aprendí más de la genética cuando ella me dijo: “Un día tú serás madre y, ¡espero que tus hijos salgan igual a ti!”. |
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DE PROFESION MAMA, EL UNICO EMPLEO IRREMPLAZABLE |
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Todo lo que mi madre me enseñó Mi hija Sheri me envió el siguiente escrito chusco que disfruté mucho. Creo que tú también lo disfrutarás: Aprendí de mi madre acerca de la oración, puesto que muchas veces me dijo: “Más vale que ruegues a Dios que se quite esta mancha que dejaste en la alfombra”. Mi madre me enseñó acerca de la perseverancia cuando me dijo: “No vas a levantarte de tu lugar hasta que te acabes las espinacas”. Mi madre me enseñó a ser una contorsionista cuando me dijo: “Mira la mugre aquí atrás de tu cuello”. Mi madre me enseñó a tener sentido del humor cuando me dijo: “Deja de jugar con ese serrucho eléctrico, porque si te cortas los pies, ni se te ocurra venir corriendo conmigo”. Mi madre me enseñó acerca de la genética cuando me dijo: “¡Grrrr, eres igualita a tu padre!”. Aprendí más de la genética cuando ella me dijo: “Un día tú serás madre y, ¡espero que tus hijos salgan igual a ti!”. |
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Todo lo que mi madre me enseñó Mi hija Sheri me envió el siguiente escrito chusco que disfruté mucho. Creo que tú también lo disfrutarás: Aprendí de mi madre acerca de la oración, puesto que muchas veces me dijo: “Más vale que ruegues a Dios que se quite esta mancha que dejaste en la alfombra”. Mi madre me enseñó acerca de la perseverancia cuando me dijo: “No vas a levantarte de tu lugar hasta que te acabes las espinacas”. Mi madre me enseñó a ser una contorsionista cuando me dijo: “Mira la mugre aquí atrás de tu cuello”. Mi madre me enseñó a tener sentido del humor cuando me dijo: “Deja de jugar con ese serrucho eléctrico, porque si te cortas los pies, ni se te ocurra venir corriendo conmigo”. Mi madre me enseñó acerca de la genética cuando me dijo: “¡Grrrr, eres igualita a tu padre!”. Aprendí más de la genética cuando ella me dijo: “Un día tú serás madre y, ¡espero que tus hijos salgan igual a ti!”. |
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