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¡El Avivamiento Continúa Creciendo!

Por: Hno. Victor Richards
Publicado el:
Martes 28 de Julio, 2015

 El avivamiento continúa creciendo en la República Mexicana. Aunque no con la velocidad que anhelamos, ni con la magnitud que deseamos, ni con la cobertura que ansiamos; pero hay evidencias que el descontento con un cristianismo desprovisto del fuego divino está creciendo y la esperanza de una visitación del Espíritu Santo en vidas y congregaciones que provoca cambio, está en aumento en nuestra República Mexicana que ha sido azotada brutalmente. Empezó con las peores sequías en cien años en el norte del país, provocando que el gobierno declarara a once estados como áreas de desastre; debo añadir que las intercesiones de la iglesia quebrantaron en parte la sequía y después de seis meses sin lluvia, empezó a llover. Sin embargo, las cosechas de Zacatecas y Durango se perdieron, y en Chihuahua pudieron recoger únicamente una media cosecha.


   Luego fuimos azotados por terremotos de gran escala en Puebla y Oaxaca (de nuevo, los cristianos de estas áreas nos reportaron que, en efecto, aunque fue grande, los estragos fueron reducidos por las intercesiones colectivas del  pueblo cristiano mexicano).
   En seguida vinieron los huracanes y tormentas, afectando gravemente los estados del Golfo, los daños y perdidas siendo sin precedente.
   Jesús, en Mateo 24:7 dijo:
   "…y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.Y todo esto será un principio de dolores…"; esto en  respuesta a la pregunta de sus discípulos: "¿qué señal habrá… del fin del siglo?".
   Los dolores (de parto) del fin cubren el mundo ahora. ¡Solo una persona ciega, sorda y demente pudiera creer que no es así!
   Jesús, luego dijo en Mateo 24:14:
   "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones: y entonces vendrá el fin".
   ¡Solo una iglesia viviendo y moviéndose en pleno avivamiento va a lograr lo que Jesús dice que va a poder hacer!
   En efecto, Jesús estaba indicando que en medio de sequías, tormentas, terremotos, muerte, hambre y terror, habría una iglesia avivada evangelizando  a los no alcanzados y llenando al mundo con el mensaje de la cruz, la resurrección y el retorno del Cristo poderoso, glorificado y conquistador, a este planeta enfermo con pecado y azotado con el juicio de Dios.¡Él vendrá para recoger  a esta iglesia  avivada y victoriosa, para destruir a Satanás y a su sequito!
   Una evidencia del crecimiento del avivamiento es el aumento del clamor de los predicadores y profetas, llamando a la iglesia al arrepentimiento y a una vida de santidad. Todos los avivamientos del pasado que han sido duraderos han estado marcados con este mensaje, arrepentimiento y sanidad.
   Este fue el clamor de Juan el Bautista y de Jesús de Nazaret, de San Pedro en Pentecostés, de San Pablo y de Jesús glorificado en Apocalipsis, capítulo 2 :
   "Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.He aquí, yola arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte,y todas las iglesias sabránque yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras".
   Cuando en los que viven en santidad, el Espíritu Santo se está derramando, habrá gran poder, manifestaciones neotestamentarias de Su gracia y conversiones reales y radicales al Señor Jesucristo, ¡y esto, mi amado, es avivamiento!
   Recuerde: La persona a la cual el mundo no puede cambiar, cambiará al mundo.Y… si el evangelio no le ha cambiado… es que ¡no le ha llegado!

 

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Por: Hno. Victor Richards

Publicado el:
Martes 28 de Julio, 2015

 El avivamiento continúa creciendo en la República Mexicana. Aunque no con la velocidad que anhelamos, ni con la magnitud que deseamos, ni con la cobertura que ansiamos; pero hay evidencias que el descontento con un cristianismo desprovisto del fuego divino está creciendo y la esperanza de una visitación del Espíritu Santo en vidas y congregaciones que provoca cambio, está en aumento en nuestra República Mexicana que ha sido azotada brutalmente. Empezó con las peores sequías en cien años en el norte del país, provocando que el gobierno declarara a once estados como áreas de desastre; debo añadir que las intercesiones de la iglesia quebrantaron en parte la sequía y después de seis meses sin lluvia, empezó a llover. Sin embargo, las cosechas de Zacatecas y Durango se perdieron, y en Chihuahua pudieron recoger únicamente una media cosecha.


   Luego fuimos azotados por terremotos de gran escala en Puebla y Oaxaca (de nuevo, los cristianos de estas áreas nos reportaron que, en efecto, aunque fue grande, los estragos fueron reducidos por las intercesiones colectivas del  pueblo cristiano mexicano).
   En seguida vinieron los huracanes y tormentas, afectando gravemente los estados del Golfo, los daños y perdidas siendo sin precedente.
   Jesús, en Mateo 24:7 dijo:
   "…y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.Y todo esto será un principio de dolores…"; esto en  respuesta a la pregunta de sus discípulos: "¿qué señal habrá… del fin del siglo?".
   Los dolores (de parto) del fin cubren el mundo ahora. ¡Solo una persona ciega, sorda y demente pudiera creer que no es así!
   Jesús, luego dijo en Mateo 24:14:
   "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones: y entonces vendrá el fin".
   ¡Solo una iglesia viviendo y moviéndose en pleno avivamiento va a lograr lo que Jesús dice que va a poder hacer!
   En efecto, Jesús estaba indicando que en medio de sequías, tormentas, terremotos, muerte, hambre y terror, habría una iglesia avivada evangelizando  a los no alcanzados y llenando al mundo con el mensaje de la cruz, la resurrección y el retorno del Cristo poderoso, glorificado y conquistador, a este planeta enfermo con pecado y azotado con el juicio de Dios.¡Él vendrá para recoger  a esta iglesia  avivada y victoriosa, para destruir a Satanás y a su sequito!
   Una evidencia del crecimiento del avivamiento es el aumento del clamor de los predicadores y profetas, llamando a la iglesia al arrepentimiento y a una vida de santidad. Todos los avivamientos del pasado que han sido duraderos han estado marcados con este mensaje, arrepentimiento y sanidad.
   Este fue el clamor de Juan el Bautista y de Jesús de Nazaret, de San Pedro en Pentecostés, de San Pablo y de Jesús glorificado en Apocalipsis, capítulo 2 :
   "Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.He aquí, yola arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte,y todas las iglesias sabránque yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras".
   Cuando en los que viven en santidad, el Espíritu Santo se está derramando, habrá gran poder, manifestaciones neotestamentarias de Su gracia y conversiones reales y radicales al Señor Jesucristo, ¡y esto, mi amado, es avivamiento!
   Recuerde: La persona a la cual el mundo no puede cambiar, cambiará al mundo.Y… si el evangelio no le ha cambiado… es que ¡no le ha llegado!

 

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Por: Hno. Victor Richards
Martes 28 de Julio, 2015

 El avivamiento continúa creciendo en la República Mexicana. Aunque no con la velocidad que anhelamos, ni con la magnitud que deseamos, ni con la cobertura que ansiamos; pero hay evidencias que el descontento con un cristianismo desprovisto del fuego divino está creciendo y la esperanza de una visitación del Espíritu Santo en vidas y congregaciones que provoca cambio, está en aumento en nuestra República Mexicana que ha sido azotada brutalmente. Empezó con las peores sequías en cien años en el norte del país, provocando que el gobierno declarara a once estados como áreas de desastre; debo añadir que las intercesiones de la iglesia quebrantaron en parte la sequía y después de seis meses sin lluvia, empezó a llover. Sin embargo, las cosechas de Zacatecas y Durango se perdieron, y en Chihuahua pudieron recoger únicamente una media cosecha.


   Luego fuimos azotados por terremotos de gran escala en Puebla y Oaxaca (de nuevo, los cristianos de estas áreas nos reportaron que, en efecto, aunque fue grande, los estragos fueron reducidos por las intercesiones colectivas del  pueblo cristiano mexicano).
   En seguida vinieron los huracanes y tormentas, afectando gravemente los estados del Golfo, los daños y perdidas siendo sin precedente.
   Jesús, en Mateo 24:7 dijo:
   "…y habrá pestes, y hambres, y terremotos en diferentes lugares.Y todo esto será un principio de dolores…"; esto en  respuesta a la pregunta de sus discípulos: "¿qué señal habrá… del fin del siglo?".
   Los dolores (de parto) del fin cubren el mundo ahora. ¡Solo una persona ciega, sorda y demente pudiera creer que no es así!
   Jesús, luego dijo en Mateo 24:14:
   "Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones: y entonces vendrá el fin".
   ¡Solo una iglesia viviendo y moviéndose en pleno avivamiento va a lograr lo que Jesús dice que va a poder hacer!
   En efecto, Jesús estaba indicando que en medio de sequías, tormentas, terremotos, muerte, hambre y terror, habría una iglesia avivada evangelizando  a los no alcanzados y llenando al mundo con el mensaje de la cruz, la resurrección y el retorno del Cristo poderoso, glorificado y conquistador, a este planeta enfermo con pecado y azotado con el juicio de Dios.¡Él vendrá para recoger  a esta iglesia  avivada y victoriosa, para destruir a Satanás y a su sequito!
   Una evidencia del crecimiento del avivamiento es el aumento del clamor de los predicadores y profetas, llamando a la iglesia al arrepentimiento y a una vida de santidad. Todos los avivamientos del pasado que han sido duraderos han estado marcados con este mensaje, arrepentimiento y sanidad.
   Este fue el clamor de Juan el Bautista y de Jesús de Nazaret, de San Pedro en Pentecostés, de San Pablo y de Jesús glorificado en Apocalipsis, capítulo 2 :
   "Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos.Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación.He aquí, yola arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte,y todas las iglesias sabránque yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras".
   Cuando en los que viven en santidad, el Espíritu Santo se está derramando, habrá gran poder, manifestaciones neotestamentarias de Su gracia y conversiones reales y radicales al Señor Jesucristo, ¡y esto, mi amado, es avivamiento!
   Recuerde: La persona a la cual el mundo no puede cambiar, cambiará al mundo.Y… si el evangelio no le ha cambiado… es que ¡no le ha llegado!

 

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