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El Reino de los Cielos Pt.XII | |||||||
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LA LEY DE RECIPROCIDAD #4 Malaquías 3:6-11 6. Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. 7. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? 8. ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 11. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. ¿Se fijan que los llama hijos de Jacob, no hijos de Israel? ¿Por qué los llama hijos de Jacob en lugar de hijos de Israel? Pues Jacob fue el tramposo y ellos fueron una bola de tramposos, en un momento lo van a ver. Jacob fue transformado una noche, en una lucha con el enviado del Señor, un ángel. Y luego su nombre fue cambiado a Israel. Jacob significa tramposo, usurpador; Israel significa príncipe de Dios, en lugar de llamarlos hijos de Israel, los llamo hijos de Jacob. “Volveos a mí y yo me volveré a vosotros”, esto es reciprocidad, aquí vemos, el circulo completo, ¿lo ves? Malaquías 3:10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Hasta que sobreabunde, quiere decir hasta que no tengan lugar donde ponerlo. Sin duda, el enemigo de tu alma hará lo posible para evitar que tú descubras los principios del Reino de Dios que gobiernan la mayordomía financiera; el dar y la bendición, ¿por qué? Porque una vez que tú aprendas los principios que gobiernan la mayordomía financiera, el dar y la bendición; transformará tu vida para bien, tu corazón será cambiado y penetrarás más adentro del Reino de los Cielos. Sé que esto traerá impacto a tu vida de una manera muy profunda. Todos nosotros no nacemos generosos o dadores, nacemos sólo queriendo recibir, entramos en este mundo con una tendencia hacia el egoísmo, pero en contraste; Dios es dador, porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado, a su hijo unigénito. Lo mejor que tenía y lo dio totalmente. Ha dado a su Hijo unigénito, lo dio hasta la cruz, lo dio hasta la tumba, encerrado en absoluta oscuridad; lo dio, porque Dios es un dador. Él es generoso más allá de nuestra habilidad de comprender, pero fue egoísmo y soberbia lo que hizo que Satanás fuera lanzado del cielo. Hay muchas personas en nuestra cultura que ven las cosas al revés; ven a Dios tacaño, no generoso y al diablo como uno que hace muchos favores. Como los tiene cegados Satanás, él nunca da sin cobrar carísimo y Dios da, regala, porque es dador. Dios es un dador generoso; da abundancia, amor y gozo. Sólo el que ha nacido de nuevo puede ver el Reino de los Cielos; los que no han nacido de nuevo, no pueden verlo, no pueden entrar, están engañados. A veces no vemos lo que debemos ver, la televisión pública debe de poner programación con imágenes de lo que hace el sida y otras enfermedades, deben de hacerlo; asustaría al público en sus casas, unos tendrían que correr a sus baños para vomitar del susto de ver lo que es el sida y las enfermedades venéreas. Algunos dicen; “bueno tengo sida, que importa al fin y al cabo un día vamos a morir, no hay vida eterna”. Están equivocados en todo; sí hay vida eterna y hay muerte eterna, hay horribles resultados por desobedecer a Dios en el área sexual. Tú puedes hacer lo que te da la gana hoy y mañana, pero después te va a llegar el cobro; yo he visto las fotografías del fin horrible que causa este libertinaje. Satanás sí cobra, tenlo en mente. Dios es un dador generoso, ¿puedes decirlo? “Dios es un dador generoso”. En Malaquías 3 Dios hace muy claro que si nosotros nos quedamos con el diezmo estamos robando a Dios. Malaquías 3:8-9 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. ¿Sabías qué, cuando uno roba el diezmo uno está bajo una maldición? El diezmo pertenece a Dios. ¿A quién pertenece el diezmo? A Dios. Y uno que se queda con el diezmo, ¿qué es? Un ladrón. ¿Por qué? Porque está robando a Dios. Esta no es una ley como los diez mandamientos; más bien es un principio que no cambia, establecido por nuestro Dios, que no cambia. Hay principios eternos en la Palabra de Dios y el diezmo claramente es uno de ellos, es un principio que empieza en Génesis y lo encontramos hasta Apocalipsis. Algunos cristianos reaccionan mal a un mensaje del diezmo y nos dicen; “bueno yo no diezmo, porque es parte de la ley”. Con todo mi corazón yo quiero que entiendan algo, el diezmo no es ley, es vida. Es primordial que entendamos que, “el diezmo es vida”. El diezmo existió antes que Moisés naciera, y Dios dio la ley a Moises; la Biblia dice: “la ley vino por Moisés”. El diezmo existió cientos y cientos de años antes que Moisés. Nosotros encontramos en cuanto al diezmo; Abraham dio el diezmo del botín a Melquisedec mucho antes de que llegara Moisés. ¿Quién era este Melquisedec? Era una figura de Jesucristo y lo encontramos en el libro de Génesis y como dije; esto fue cientos de años antes de que Dios diera los diez mandamientos a Moisés. A propósito, el diezmo no está en los diez mandamientos; no está en la ley, porque no es ley, es vida. ¿No diezmas? ¿No te da miedo robar a Dios? Muchos cristianos no comprenden que no podemos hacer a un lado los principios de la Palabra de Dios, como el diezmo. El diezmo también es una prueba. Malaquías 3:10 la primera parte… 10(a). Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos… Él dice que podemos probarle, es la única parte en la Biblia donde dice el Señor; “probadme”, dice Jehová de los ejércitos. Malaquías 3:10 segunda parte… 10(b). si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Mateo 6:21 dice: Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Muchos leen esto y creen que dice; “donde está vuestro corazón, allí estará vuestro tesoro”, pero no dice eso. El corazón sigue al tesoro, no el tesoro al corazón. El diezmo es de Dios y cuando Él lo pide debes ir corriendo a dárselo. Es una prueba, la palabra traducida diezmo en la Biblia quiere decir: décima parte y el número diez en las Escritura representa una prueba. Unos ejemplos, ¿Cuántas plagas hubo en Egipto para probar el corazón de Faraón? 10 ¿Cuántos mandamientos había para probar la obediencia a Dios? 10 ¿Cuántas veces probó Dios a Israel en el desierto? 10 ¿Cuántas veces fue probado el corazón de Jacob por su suegro Labán? 10 ¿Cuántos días fue probado Daniel en el primer capítulo de Daniel? 10 Y también lo vemos en el Nuevo Testamento en Mateo. ¿Cuántas vírgenes había preparadas? 10 Sabes qué, el diezmo es la prueba de Dios para nuestros corazones… Cuántos están diciendo; “qué bueno que yo pasé la prueba” y otros están diciendo; “pues lo que doy casi es un diezmo…”, “casi”, no es diezmo. El gobierno quiere un 8% o un 16% de IVA y si uno le paga menos y dice; “casi”, ¿qué crees que dirá el gobierno? No hay “casi”. El diezmo es vida, no es una ley, no es una responsabilidad, no es un ejercicio religioso, no es un castigo; es una oportunidad maravillosa que trae a nosotros beneficios tremendos… Esto es lo que es el diezmo. Sabes qué, uno está tentado a no diezmar cuando las cosas se ponen difíciles económicamente, pero es cuando menos debes dejar de diezmar. Algunos que tienen dificultad, dicen: “cuando llega el domingo, ya lo he gastado”; ¡No!, sácalo primero, que tu diezmo sea las primicias, cuando tu recibes tu pago o cualquier dinero, el primer 10% ponlo a un lado. Y si dices; “aun cuando lo he puesto a un lado, lo quito”; ¡no!, eso es robar a Dios. ¿Qué hago? Ponlo en un sobre y llévalo a las oficinas de la iglesia donde asistes. No digas: “No voy a poder, no puedo”; vas a ver como Dios va hacer que con el 90% alcance mucho más que con el 100%, porque es un principio espiritual y Dios mismo dijo: “probadme ahora en esto, sino abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros una bendición hasta que no tengan lugar donde ponerlo”. Él dijo que ellos le habían robado en sus diezmos y ofrendas; usted dice, ¡algo más encima del diezmo! Sí, pagamos diezmos, pero damos ofrendas, ¡verdad! Las ofrendas vienen de un corazón agradecido con Dios y que desea ver crecer la obra de Dios. No hay tiempo hoy para desarrollar esta área y quiero desarrollarlo bien, porque es una aventura el aprender a dar y luego aprender a ser aún más generosos en dar; me refiero a buscar y encontrar una oportunidad para dar a alguien. Dar quizá una propina muy grande con un folleto cristiano en el restaurant. Pero no es sabio dejar un folleto y $5.00 pesos de propina cuando han comido 8 personas, yo creo que el mesero va a decir: “mezquino, yo no voy a leer esto”. No dejes un folleto si sólo vas a dejar $5.00 pesos. Usted dice: “pero fue malo este mesero, no merece más”; bueno, a veces son malos, pero entonces, no deje el folleto. Cuando dejes un folleto, también deja una propina que el mesero pueda decir: “esa gente es generosa. Voy a leer lo que me dieron”. Tú dices: “Hno. Victor, yo no tengo nada”; ¿nada?, ¿ni dos moneditas? Como la mujer en la Biblia, tenía dos moneditas que valían casi nada, Jesús dijo: ella dio más que los demás, porque dio todo; cuando uno da todo, la ventana del cielo es abierta, Dios le dice al ángel ábrela completamente. Yo no sé los detalles, pero probablemente esta mujer llegó a la casa y había una canasta allí en la puerta, con un recado anónimo: “Doña Anita, Dios me habló, que yo necesitaba bendecirte con estos panes”. ¡Oh! Para dos semanas y lo lleva adentro glorificando a Dios. Alguien más llega; “Doña Anita, he sido tan bendecido que yo quería traerle esta canasta de huevos y una gallina”. ¡Oh! ¡Qué está pasando! “Doña Anita, la cosecha ha sido tan buena que quiero darle un costal de frijol”. ¡Oh! Un costal de frijol, me dura un año, Señor yo no sé dónde ponerlo. Tal vez pienses, es puro cuento; ¡No! Es reciprocidad, un principio de Dios, lo he llamado ley, como la ley de gravedad, como la ley de la aerodinámica, esa clase de cosas que no cambian. Cuando tú das, es imposible que no recibas. A veces dices: ¡Oh! Mira yo di y han pasado 15 minutos y nada. Espérate va a volver y volver y volver, lo garantizo; yo conozco al Padre y, ¿qué de ti? ¿Conoces tú al Padre? Estamos pasando por tiempos difíciles en México y en el mundo, pero no dejes de diezmar, no dejes de ser generoso y a ti no te faltará el pan. Prueba a Dios; ¿no tienes fe en Dios?… Prueba a Dios. Señor gracias, gracias por esta ley de reciprocidad. Gracias por tu promesa, gracias por decirnos que te pongamos a prueba y gracias por probarnos. |
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Por: Hno. Victor Richards
El Reino de los Cielos Pt.XII |
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LA LEY DE RECIPROCIDAD #4 Malaquías 3:6-11 6. Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. 7. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? 8. ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 11. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. ¿Se fijan que los llama hijos de Jacob, no hijos de Israel? ¿Por qué los llama hijos de Jacob en lugar de hijos de Israel? Pues Jacob fue el tramposo y ellos fueron una bola de tramposos, en un momento lo van a ver. Jacob fue transformado una noche, en una lucha con el enviado del Señor, un ángel. Y luego su nombre fue cambiado a Israel. Jacob significa tramposo, usurpador; Israel significa príncipe de Dios, en lugar de llamarlos hijos de Israel, los llamo hijos de Jacob. “Volveos a mí y yo me volveré a vosotros”, esto es reciprocidad, aquí vemos, el circulo completo, ¿lo ves? Malaquías 3:10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Hasta que sobreabunde, quiere decir hasta que no tengan lugar donde ponerlo. Sin duda, el enemigo de tu alma hará lo posible para evitar que tú descubras los principios del Reino de Dios que gobiernan la mayordomía financiera; el dar y la bendición, ¿por qué? Porque una vez que tú aprendas los principios que gobiernan la mayordomía financiera, el dar y la bendición; transformará tu vida para bien, tu corazón será cambiado y penetrarás más adentro del Reino de los Cielos. Sé que esto traerá impacto a tu vida de una manera muy profunda. Todos nosotros no nacemos generosos o dadores, nacemos sólo queriendo recibir, entramos en este mundo con una tendencia hacia el egoísmo, pero en contraste; Dios es dador, porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado, a su hijo unigénito. Lo mejor que tenía y lo dio totalmente. Ha dado a su Hijo unigénito, lo dio hasta la cruz, lo dio hasta la tumba, encerrado en absoluta oscuridad; lo dio, porque Dios es un dador. Él es generoso más allá de nuestra habilidad de comprender, pero fue egoísmo y soberbia lo que hizo que Satanás fuera lanzado del cielo. Hay muchas personas en nuestra cultura que ven las cosas al revés; ven a Dios tacaño, no generoso y al diablo como uno que hace muchos favores. Como los tiene cegados Satanás, él nunca da sin cobrar carísimo y Dios da, regala, porque es dador. Dios es un dador generoso; da abundancia, amor y gozo. Sólo el que ha nacido de nuevo puede ver el Reino de los Cielos; los que no han nacido de nuevo, no pueden verlo, no pueden entrar, están engañados. A veces no vemos lo que debemos ver, la televisión pública debe de poner programación con imágenes de lo que hace el sida y otras enfermedades, deben de hacerlo; asustaría al público en sus casas, unos tendrían que correr a sus baños para vomitar del susto de ver lo que es el sida y las enfermedades venéreas. Algunos dicen; “bueno tengo sida, que importa al fin y al cabo un día vamos a morir, no hay vida eterna”. Están equivocados en todo; sí hay vida eterna y hay muerte eterna, hay horribles resultados por desobedecer a Dios en el área sexual. Tú puedes hacer lo que te da la gana hoy y mañana, pero después te va a llegar el cobro; yo he visto las fotografías del fin horrible que causa este libertinaje. Satanás sí cobra, tenlo en mente. Dios es un dador generoso, ¿puedes decirlo? “Dios es un dador generoso”. En Malaquías 3 Dios hace muy claro que si nosotros nos quedamos con el diezmo estamos robando a Dios. Malaquías 3:8-9 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. ¿Sabías qué, cuando uno roba el diezmo uno está bajo una maldición? El diezmo pertenece a Dios. ¿A quién pertenece el diezmo? A Dios. Y uno que se queda con el diezmo, ¿qué es? Un ladrón. ¿Por qué? Porque está robando a Dios. Esta no es una ley como los diez mandamientos; más bien es un principio que no cambia, establecido por nuestro Dios, que no cambia. Hay principios eternos en la Palabra de Dios y el diezmo claramente es uno de ellos, es un principio que empieza en Génesis y lo encontramos hasta Apocalipsis. Algunos cristianos reaccionan mal a un mensaje del diezmo y nos dicen; “bueno yo no diezmo, porque es parte de la ley”. Con todo mi corazón yo quiero que entiendan algo, el diezmo no es ley, es vida. Es primordial que entendamos que, “el diezmo es vida”. El diezmo existió antes que Moisés naciera, y Dios dio la ley a Moises; la Biblia dice: “la ley vino por Moisés”. El diezmo existió cientos y cientos de años antes que Moisés. Nosotros encontramos en cuanto al diezmo; Abraham dio el diezmo del botín a Melquisedec mucho antes de que llegara Moisés. ¿Quién era este Melquisedec? Era una figura de Jesucristo y lo encontramos en el libro de Génesis y como dije; esto fue cientos de años antes de que Dios diera los diez mandamientos a Moisés. A propósito, el diezmo no está en los diez mandamientos; no está en la ley, porque no es ley, es vida. ¿No diezmas? ¿No te da miedo robar a Dios? Muchos cristianos no comprenden que no podemos hacer a un lado los principios de la Palabra de Dios, como el diezmo. El diezmo también es una prueba. Malaquías 3:10 la primera parte… 10(a). Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos… Él dice que podemos probarle, es la única parte en la Biblia donde dice el Señor; “probadme”, dice Jehová de los ejércitos. Malaquías 3:10 segunda parte… 10(b). si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Mateo 6:21 dice: Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Muchos leen esto y creen que dice; “donde está vuestro corazón, allí estará vuestro tesoro”, pero no dice eso. El corazón sigue al tesoro, no el tesoro al corazón. El diezmo es de Dios y cuando Él lo pide debes ir corriendo a dárselo. Es una prueba, la palabra traducida diezmo en la Biblia quiere decir: décima parte y el número diez en las Escritura representa una prueba. Unos ejemplos, ¿Cuántas plagas hubo en Egipto para probar el corazón de Faraón? 10 ¿Cuántos mandamientos había para probar la obediencia a Dios? 10 ¿Cuántas veces probó Dios a Israel en el desierto? 10 ¿Cuántas veces fue probado el corazón de Jacob por su suegro Labán? 10 ¿Cuántos días fue probado Daniel en el primer capítulo de Daniel? 10 Y también lo vemos en el Nuevo Testamento en Mateo. ¿Cuántas vírgenes había preparadas? 10 Sabes qué, el diezmo es la prueba de Dios para nuestros corazones… Cuántos están diciendo; “qué bueno que yo pasé la prueba” y otros están diciendo; “pues lo que doy casi es un diezmo…”, “casi”, no es diezmo. El gobierno quiere un 8% o un 16% de IVA y si uno le paga menos y dice; “casi”, ¿qué crees que dirá el gobierno? No hay “casi”. El diezmo es vida, no es una ley, no es una responsabilidad, no es un ejercicio religioso, no es un castigo; es una oportunidad maravillosa que trae a nosotros beneficios tremendos… Esto es lo que es el diezmo. Sabes qué, uno está tentado a no diezmar cuando las cosas se ponen difíciles económicamente, pero es cuando menos debes dejar de diezmar. Algunos que tienen dificultad, dicen: “cuando llega el domingo, ya lo he gastado”; ¡No!, sácalo primero, que tu diezmo sea las primicias, cuando tu recibes tu pago o cualquier dinero, el primer 10% ponlo a un lado. Y si dices; “aun cuando lo he puesto a un lado, lo quito”; ¡no!, eso es robar a Dios. ¿Qué hago? Ponlo en un sobre y llévalo a las oficinas de la iglesia donde asistes. No digas: “No voy a poder, no puedo”; vas a ver como Dios va hacer que con el 90% alcance mucho más que con el 100%, porque es un principio espiritual y Dios mismo dijo: “probadme ahora en esto, sino abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros una bendición hasta que no tengan lugar donde ponerlo”. Él dijo que ellos le habían robado en sus diezmos y ofrendas; usted dice, ¡algo más encima del diezmo! Sí, pagamos diezmos, pero damos ofrendas, ¡verdad! Las ofrendas vienen de un corazón agradecido con Dios y que desea ver crecer la obra de Dios. No hay tiempo hoy para desarrollar esta área y quiero desarrollarlo bien, porque es una aventura el aprender a dar y luego aprender a ser aún más generosos en dar; me refiero a buscar y encontrar una oportunidad para dar a alguien. Dar quizá una propina muy grande con un folleto cristiano en el restaurant. Pero no es sabio dejar un folleto y $5.00 pesos de propina cuando han comido 8 personas, yo creo que el mesero va a decir: “mezquino, yo no voy a leer esto”. No dejes un folleto si sólo vas a dejar $5.00 pesos. Usted dice: “pero fue malo este mesero, no merece más”; bueno, a veces son malos, pero entonces, no deje el folleto. Cuando dejes un folleto, también deja una propina que el mesero pueda decir: “esa gente es generosa. Voy a leer lo que me dieron”. Tú dices: “Hno. Victor, yo no tengo nada”; ¿nada?, ¿ni dos moneditas? Como la mujer en la Biblia, tenía dos moneditas que valían casi nada, Jesús dijo: ella dio más que los demás, porque dio todo; cuando uno da todo, la ventana del cielo es abierta, Dios le dice al ángel ábrela completamente. Yo no sé los detalles, pero probablemente esta mujer llegó a la casa y había una canasta allí en la puerta, con un recado anónimo: “Doña Anita, Dios me habló, que yo necesitaba bendecirte con estos panes”. ¡Oh! Para dos semanas y lo lleva adentro glorificando a Dios. Alguien más llega; “Doña Anita, he sido tan bendecido que yo quería traerle esta canasta de huevos y una gallina”. ¡Oh! ¡Qué está pasando! “Doña Anita, la cosecha ha sido tan buena que quiero darle un costal de frijol”. ¡Oh! Un costal de frijol, me dura un año, Señor yo no sé dónde ponerlo. Tal vez pienses, es puro cuento; ¡No! Es reciprocidad, un principio de Dios, lo he llamado ley, como la ley de gravedad, como la ley de la aerodinámica, esa clase de cosas que no cambian. Cuando tú das, es imposible que no recibas. A veces dices: ¡Oh! Mira yo di y han pasado 15 minutos y nada. Espérate va a volver y volver y volver, lo garantizo; yo conozco al Padre y, ¿qué de ti? ¿Conoces tú al Padre? Estamos pasando por tiempos difíciles en México y en el mundo, pero no dejes de diezmar, no dejes de ser generoso y a ti no te faltará el pan. Prueba a Dios; ¿no tienes fe en Dios?… Prueba a Dios. Señor gracias, gracias por esta ley de reciprocidad. Gracias por tu promesa, gracias por decirnos que te pongamos a prueba y gracias por probarnos. |
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LA LEY DE RECIPROCIDAD #4 Malaquías 3:6-11 6. Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos. 7. Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? 8. ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. 9. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. 10. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. 11. Reprenderé también por vosotros al devorador, y no os destruirá el fruto de la tierra, ni vuestra vid en el campo será estéril, dice Jehová de los ejércitos. ¿Se fijan que los llama hijos de Jacob, no hijos de Israel? ¿Por qué los llama hijos de Jacob en lugar de hijos de Israel? Pues Jacob fue el tramposo y ellos fueron una bola de tramposos, en un momento lo van a ver. Jacob fue transformado una noche, en una lucha con el enviado del Señor, un ángel. Y luego su nombre fue cambiado a Israel. Jacob significa tramposo, usurpador; Israel significa príncipe de Dios, en lugar de llamarlos hijos de Israel, los llamo hijos de Jacob. “Volveos a mí y yo me volveré a vosotros”, esto es reciprocidad, aquí vemos, el circulo completo, ¿lo ves? Malaquías 3:10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Hasta que sobreabunde, quiere decir hasta que no tengan lugar donde ponerlo. Sin duda, el enemigo de tu alma hará lo posible para evitar que tú descubras los principios del Reino de Dios que gobiernan la mayordomía financiera; el dar y la bendición, ¿por qué? Porque una vez que tú aprendas los principios que gobiernan la mayordomía financiera, el dar y la bendición; transformará tu vida para bien, tu corazón será cambiado y penetrarás más adentro del Reino de los Cielos. Sé que esto traerá impacto a tu vida de una manera muy profunda. Todos nosotros no nacemos generosos o dadores, nacemos sólo queriendo recibir, entramos en este mundo con una tendencia hacia el egoísmo, pero en contraste; Dios es dador, porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado, a su hijo unigénito. Lo mejor que tenía y lo dio totalmente. Ha dado a su Hijo unigénito, lo dio hasta la cruz, lo dio hasta la tumba, encerrado en absoluta oscuridad; lo dio, porque Dios es un dador. Él es generoso más allá de nuestra habilidad de comprender, pero fue egoísmo y soberbia lo que hizo que Satanás fuera lanzado del cielo. Hay muchas personas en nuestra cultura que ven las cosas al revés; ven a Dios tacaño, no generoso y al diablo como uno que hace muchos favores. Como los tiene cegados Satanás, él nunca da sin cobrar carísimo y Dios da, regala, porque es dador. Dios es un dador generoso; da abundancia, amor y gozo. Sólo el que ha nacido de nuevo puede ver el Reino de los Cielos; los que no han nacido de nuevo, no pueden verlo, no pueden entrar, están engañados. A veces no vemos lo que debemos ver, la televisión pública debe de poner programación con imágenes de lo que hace el sida y otras enfermedades, deben de hacerlo; asustaría al público en sus casas, unos tendrían que correr a sus baños para vomitar del susto de ver lo que es el sida y las enfermedades venéreas. Algunos dicen; “bueno tengo sida, que importa al fin y al cabo un día vamos a morir, no hay vida eterna”. Están equivocados en todo; sí hay vida eterna y hay muerte eterna, hay horribles resultados por desobedecer a Dios en el área sexual. Tú puedes hacer lo que te da la gana hoy y mañana, pero después te va a llegar el cobro; yo he visto las fotografías del fin horrible que causa este libertinaje. Satanás sí cobra, tenlo en mente. Dios es un dador generoso, ¿puedes decirlo? “Dios es un dador generoso”. En Malaquías 3 Dios hace muy claro que si nosotros nos quedamos con el diezmo estamos robando a Dios. Malaquías 3:8-9 ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado. ¿Sabías qué, cuando uno roba el diezmo uno está bajo una maldición? El diezmo pertenece a Dios. ¿A quién pertenece el diezmo? A Dios. Y uno que se queda con el diezmo, ¿qué es? Un ladrón. ¿Por qué? Porque está robando a Dios. Esta no es una ley como los diez mandamientos; más bien es un principio que no cambia, establecido por nuestro Dios, que no cambia. Hay principios eternos en la Palabra de Dios y el diezmo claramente es uno de ellos, es un principio que empieza en Génesis y lo encontramos hasta Apocalipsis. Algunos cristianos reaccionan mal a un mensaje del diezmo y nos dicen; “bueno yo no diezmo, porque es parte de la ley”. Con todo mi corazón yo quiero que entiendan algo, el diezmo no es ley, es vida. Es primordial que entendamos que, “el diezmo es vida”. El diezmo existió antes que Moisés naciera, y Dios dio la ley a Moises; la Biblia dice: “la ley vino por Moisés”. El diezmo existió cientos y cientos de años antes que Moisés. Nosotros encontramos en cuanto al diezmo; Abraham dio el diezmo del botín a Melquisedec mucho antes de que llegara Moisés. ¿Quién era este Melquisedec? Era una figura de Jesucristo y lo encontramos en el libro de Génesis y como dije; esto fue cientos de años antes de que Dios diera los diez mandamientos a Moisés. A propósito, el diezmo no está en los diez mandamientos; no está en la ley, porque no es ley, es vida. ¿No diezmas? ¿No te da miedo robar a Dios? Muchos cristianos no comprenden que no podemos hacer a un lado los principios de la Palabra de Dios, como el diezmo. El diezmo también es una prueba. Malaquías 3:10 la primera parte… 10(a). Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos… Él dice que podemos probarle, es la única parte en la Biblia donde dice el Señor; “probadme”, dice Jehová de los ejércitos. Malaquías 3:10 segunda parte… 10(b). si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Mateo 6:21 dice: Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. Muchos leen esto y creen que dice; “donde está vuestro corazón, allí estará vuestro tesoro”, pero no dice eso. El corazón sigue al tesoro, no el tesoro al corazón. El diezmo es de Dios y cuando Él lo pide debes ir corriendo a dárselo. Es una prueba, la palabra traducida diezmo en la Biblia quiere decir: décima parte y el número diez en las Escritura representa una prueba. Unos ejemplos, ¿Cuántas plagas hubo en Egipto para probar el corazón de Faraón? 10 ¿Cuántos mandamientos había para probar la obediencia a Dios? 10 ¿Cuántas veces probó Dios a Israel en el desierto? 10 ¿Cuántas veces fue probado el corazón de Jacob por su suegro Labán? 10 ¿Cuántos días fue probado Daniel en el primer capítulo de Daniel? 10 Y también lo vemos en el Nuevo Testamento en Mateo. ¿Cuántas vírgenes había preparadas? 10 Sabes qué, el diezmo es la prueba de Dios para nuestros corazones… Cuántos están diciendo; “qué bueno que yo pasé la prueba” y otros están diciendo; “pues lo que doy casi es un diezmo…”, “casi”, no es diezmo. El gobierno quiere un 8% o un 16% de IVA y si uno le paga menos y dice; “casi”, ¿qué crees que dirá el gobierno? No hay “casi”. El diezmo es vida, no es una ley, no es una responsabilidad, no es un ejercicio religioso, no es un castigo; es una oportunidad maravillosa que trae a nosotros beneficios tremendos… Esto es lo que es el diezmo. Sabes qué, uno está tentado a no diezmar cuando las cosas se ponen difíciles económicamente, pero es cuando menos debes dejar de diezmar. Algunos que tienen dificultad, dicen: “cuando llega el domingo, ya lo he gastado”; ¡No!, sácalo primero, que tu diezmo sea las primicias, cuando tu recibes tu pago o cualquier dinero, el primer 10% ponlo a un lado. Y si dices; “aun cuando lo he puesto a un lado, lo quito”; ¡no!, eso es robar a Dios. ¿Qué hago? Ponlo en un sobre y llévalo a las oficinas de la iglesia donde asistes. No digas: “No voy a poder, no puedo”; vas a ver como Dios va hacer que con el 90% alcance mucho más que con el 100%, porque es un principio espiritual y Dios mismo dijo: “probadme ahora en esto, sino abriré las ventanas de los cielos y derramaré sobre vosotros una bendición hasta que no tengan lugar donde ponerlo”. Él dijo que ellos le habían robado en sus diezmos y ofrendas; usted dice, ¡algo más encima del diezmo! Sí, pagamos diezmos, pero damos ofrendas, ¡verdad! Las ofrendas vienen de un corazón agradecido con Dios y que desea ver crecer la obra de Dios. No hay tiempo hoy para desarrollar esta área y quiero desarrollarlo bien, porque es una aventura el aprender a dar y luego aprender a ser aún más generosos en dar; me refiero a buscar y encontrar una oportunidad para dar a alguien. Dar quizá una propina muy grande con un folleto cristiano en el restaurant. Pero no es sabio dejar un folleto y $5.00 pesos de propina cuando han comido 8 personas, yo creo que el mesero va a decir: “mezquino, yo no voy a leer esto”. No dejes un folleto si sólo vas a dejar $5.00 pesos. Usted dice: “pero fue malo este mesero, no merece más”; bueno, a veces son malos, pero entonces, no deje el folleto. Cuando dejes un folleto, también deja una propina que el mesero pueda decir: “esa gente es generosa. Voy a leer lo que me dieron”. Tú dices: “Hno. Victor, yo no tengo nada”; ¿nada?, ¿ni dos moneditas? Como la mujer en la Biblia, tenía dos moneditas que valían casi nada, Jesús dijo: ella dio más que los demás, porque dio todo; cuando uno da todo, la ventana del cielo es abierta, Dios le dice al ángel ábrela completamente. Yo no sé los detalles, pero probablemente esta mujer llegó a la casa y había una canasta allí en la puerta, con un recado anónimo: “Doña Anita, Dios me habló, que yo necesitaba bendecirte con estos panes”. ¡Oh! Para dos semanas y lo lleva adentro glorificando a Dios. Alguien más llega; “Doña Anita, he sido tan bendecido que yo quería traerle esta canasta de huevos y una gallina”. ¡Oh! ¡Qué está pasando! “Doña Anita, la cosecha ha sido tan buena que quiero darle un costal de frijol”. ¡Oh! Un costal de frijol, me dura un año, Señor yo no sé dónde ponerlo. Tal vez pienses, es puro cuento; ¡No! Es reciprocidad, un principio de Dios, lo he llamado ley, como la ley de gravedad, como la ley de la aerodinámica, esa clase de cosas que no cambian. Cuando tú das, es imposible que no recibas. A veces dices: ¡Oh! Mira yo di y han pasado 15 minutos y nada. Espérate va a volver y volver y volver, lo garantizo; yo conozco al Padre y, ¿qué de ti? ¿Conoces tú al Padre? Estamos pasando por tiempos difíciles en México y en el mundo, pero no dejes de diezmar, no dejes de ser generoso y a ti no te faltará el pan. Prueba a Dios; ¿no tienes fe en Dios?… Prueba a Dios. Señor gracias, gracias por esta ley de reciprocidad. Gracias por tu promesa, gracias por decirnos que te pongamos a prueba y gracias por probarnos. |
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